11 may 2019

Claridad en medio de la confusión

Perfil: Pablo Simón

El también doctor en Ciencias Políticas Iñigo Errejón, señala que Simón aporta en El nuevo príncipe una “sólida, cuidada y didáctica reivindicación de la ciencia política”

Por Román Orozco (*)

Román Orozco trazó el perfil de Pablo Simón. Foto: J.A. RomeroA mediados de los años 80 surgieron las primeras tertulias radiofónicas de carácter político en España. La mayoría de sus integrantes eran periodistas. Poco a poco fueron sumándose otros profesionales, como sociólogos, economistas, historiadores. Hace cinco o seis años, esas tertulias políticas, presentes ya en todas la radios y televisiones, comenzaron a ser frecuentadas por los llamados politólogos. La mayoría eran muy jóvenes y muy bien preparados y llevaban bajo el brazo la licenciatura en Ciencias Políticas. 


Algunos de esos jóvenes, como Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero o Iñigo Errejón pasaron pronto de la teoría a la práctica y fundaron Podemos, convirtiéndose rápidamente en uno de los cuatro grandes partidos del país. 

Otros siguieron con su trabajo académico, como profesores de ciencia política, investigando y publicando en webs y revistas de su especialidad. Al tiempo, comenzaron a hacerse notar en los medios audiovisuales que cultivaban el debate político. Destacaron y destacan por su conocimiento y buena capacidad de análisis, mucho más profundo, y yo diría que independiente, que el común de los contertulios.

Esta mañana, 10 de mayo, Pepa Bueno anunciaba a las 8:30 en la Cadena SER la composición de su mesa de debate en el programa 'Hoy por Hoy': Mariola Urrea, Jesús Maraña y Pablo Simón. Le envié un mensaje diciendo que esta noche tendríamos aquí a Simón. No creo violar la confidencialidad de los mensajes si digo que Pepa me contestó: “Es el mejor de lo mejor”.

De modo que me ahorro tener que calificar a nuestro invitado. Tenemos la suerte de tener a un politólogo de prestigio.

Por cierto: hoy, los cuatro que estaban en la mesa de debate en la SER han pasado por esta Escuela.

Pero Simón es mucho más que un popular contertulio.

Nacido en Arnedo, La Rioja, en 1985, es doctor en Ciencias Políticas por la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Ha sido investigador post-doctoral en la Universidad Libre de Bruselas y actualmente es Profesor de ciencias políticas en la Universidad Carlos III de Madrid.

Es también editor de Politikon, una asociación independiente y apartidista creada en 2010, integrada por académicos y profesionales que promueven el debate y conocimiento de las ciencias sociales. Coautor, con otros miembros de Politikon, de La Urna rota y El Muro invisible. Las dificultades de ser joven en España. Publica artículos con regularidad en revistas extranjeras especializadas.

Sus libros

En octubre de 2018 Pablo Simón publicó su primer libro en solitario, El Príncipe Moderno. Democracia, política y poder, que ya va por su quinta edición. Un exitazo al tratarse de un ensayo político.

Iñigo Errejón, cofundador de Podemos y candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, escribía una amplia reseña del libro en 'Babelia' (El País) en donde señalaba que “en este momento histórico necesitamos con urgencia asideros para pensar lo que les sucede a nuestras sociedades e imaginar salidas de la incertidumbre. Pablo Simón realiza en El Príncipe Moderno una sólida, cuidada y didáctica reivindicación de la ciencia política como herramienta para producir claridad en medio de la confusión”.

En abril de 2019, poco antes de las elecciones generales, publica Votar en tiempos de la gran recesión. En él explica cómo deciden los ciudadanos el voto, en una época marcada por la resaca de la crisis económica. “Entender cómo reaccionamos los españoles ante las urnas es fundamental para saber dónde irá nuestro país en el futuro”.

Envidia de Simón

Un paréntesis: cuando leo en El País, escucho en la SER o veo en La Sexta a Pablo Simón, me da cierta envidia. Me habría venido muy bien disponer de, por lo menos, parte de sus conocimientos para mi paso por los programas de Carlos Llamas (Hora 25) o de Iñaki Gabilondo y Carles Francino (Hoy por Hoy) de la SER. Pero, cosas de la dictadura, me expulsaron de la Facultad de Ciencias Políticas cuando cursaba el segundo curso. Bien acompañado, por cierto, pues conmigo salió también la hoy académica de la lengua, prestigiosa escritora y profesora de esta Escuela, Soledad Puértolas.

La segunda cosa que me gustaría señalar de Simón es la sensación que transmite de que no es un tertuliano al uso, de quien ya sabemos cómo va a orientar su opinión desde el punto de vista ideológico. Desgraciadamente, tanto como oyente como excontertulio, he visto la dependencia total de algunos (o muchos) de esos opinadores respecto de determinados grupos políticos o medios de comunicación. Algunos se limitan a reproducir el argumentario del partido al que obedecen y se someten.

Por ello creo que la incorporación de estos jóvenes académicos independientes a los debates audiovisuales los enriquece. Y los oyentes nos enriquecemos con ellos.

Como dice Simón en su libro El Príncipe Moderno, hay “sillas limitadas en los medios de comunicación”, por lo que “la ciencia política puede tener algún valor (en esas tertulias) siempre que se haga con honestidad. Al fin y al cabo, si los politólogos se dedican solo a dar su opinión o a repetir consignas partidistas, dejan de ejercer como tales”.

Entre dos elecciones

Pablo Simón llega a la Escuela de Ciudadanos en un momento de enorme incertidumbre, entre las elecciones del 28 de abril y las próximas del 26 de mayo. De las primeras, conocemos sus resultados, pero aún no sus consecuencias. De las próximos, lo desconocemos casi todo.

Pablo intentará resolvernos dudas y responder a algunas de las preguntas que nos hacemos. El primer interrogante es si estamos al final del principio.

Tiene las respuestas Pablo Simón.



Consejos para un “nuevo príncipe”

En El Nuevo Príncipe, Simón recoge una cita de Max Weber sacada de su libro El político y el científico. El sociólogo e historiador alemán cree que un buen “príncipe” o dirigente político, debe reunir estas virtudes:

“Aquel que actúa con ética y dice: ‘No puedo hacer otra cosa, aquí me detengo’.

No creo que se requiera de él una gran formación, ni ser docto en muchos campos, pues el conocimiento corre el riesgo de entorpecer la acción intuitiva de la política.

Que no sea un fanático, alguien de ideas duras, como el pedernal: demasiado erizo y muy poco zorro

Que tenga tres o cuatro principios claros, pero suficiente flexibilidad para perseguirlos adaptándose a las circunstancias.

Con empatía para situarse en lugar de conciudadanos sin que le haga perder el gran guion de la obra.

Que sepa de lo que habla y se crea lo que dice

Que se rodee de aquellos que son mejor que él…”

¿Conocen a alguien así? Pues vótenlo.



* Román Orozco es director de la Escuela de Ciudadanos. Este texto sirvió de presentación de Pablo Simón en su conferencia en la Escuela de Ciudadanos del l0 de mayo de 2019.

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