26 oct 2011

Reforzar la actividad democrática


Temas a debate
La calidad de la democracia
Reforzar la actividad democrática
No vale ya que los jóvenes se queden en casa con la tele, viendo cómo el partido de Cánovas o el de Sagasta deciden por ellos el futuro del país y de su vida
Miguelturra, 26 de octubre de 2011
Por Pedro Mellado (*)
En primer lugar, queremos hacer expreso nuestro más sincero agradecimiento a la asociación Escuela de Ciudadanos, que ha tenido a bien darnos un breve espacio para participar en el debate que han organizado para el próximo viernes 28, además de un espacio en su blog desde el que le saludamos con estas líneas.
El momento histórico en que vivimos se encuentra en una encrucijada de difíciles y tortuosos caminos. La crisis financiera, pero también la crisis alimentaria, la crisis energética, la crisis de valores, y en definitiva, la crisis de la democracia obliga a los jóvenes a observar detenidamente su entorno, a reflexionar sobre él, y a actuar para transfórmalo. Las demostraciones de fuerza de las movilizaciones en los días 15 de mayo y de octubre demuestran que esa percepción empieza a ser generalizada entre la juventud y crece el compromiso de transformar la realidad que nos rodea.
Pero para que la realidad cambie, hay que cambiar nuestros hábitos. Hay que reforzar la actividad democrática de los ciudadanos, ya no vale quedarse en casa con la tele viendo cómo el partido de Cánovas o el de Sagasta deciden por ti el futuro del país y de tu vida. 
Hay que recuperar la dignidad de la palabra política, desprestigiada por políticos corruptos, partidos alejados de la realidad social y el poder financiero y empresarial que ve en el desprestigio de la política, y por ende de lo público, como la oportunidad perfecta para que tan solo rijan nuestra vida las leyes del mercado, aplicar ese darwinismo social donde al débil no le queda otra cosa que dejarse comer por el fuerte.
Informarse y participar
Profundizar en la democracia significa darse cuenta de que todo es política, de que hay que informarse sobre la política y participar en ella. Pero hoy esa participación no debe circunscribirse exclusivamente a los partidos políticos, participar en política es implicarse con tus vecinos en mejorar el barrio o el pueblo, es leer más allá de lo que sale en los medios de comunicación, es votar en positivo porque conoces de ese partido su programa y a su gente, y no votar en negativo, votar para que no salga otro partido.
Las movilizaciones del 15-M y el 15-O representan eso, son la respuesta de una sociedad civil a la que se ha querido alienar negándole toda la representatividad de esa sociedad en las instituciones. Incluso llegando a poner en duda la legitimidad de protestas que pretenden aportar soluciones ante una realidad de pobreza, exclusión social, paro y fallo del sistema político y económico capitalista.
El 15-M ha supuesto el cambio de la indiferencia a la indignación, pero no basta con protestar y mostrar la indignación y rechazo que producen los políticos y banqueros en las clases populares, el movimiento debe seguir evolucionando para evitar volver a la resignación después de las próximas elecciones.
Si miramos a Europa y sus últimos resultados electorales podemos ver los varapalos que los ciudadanos le están dando a Merkel, SarkozyBerlusconi o Zapatero. Y no se lo están dando por el desgaste que supone gobernar en tiempos de crisis, como dicen los ideólogos del sistema, sino que los ciudadanos les están castigando por cómo han gestionado la crisis, están castigando las medidas neoliberales que no están sino hundiendo más en la crisis a Europa a la vez que engordan los bolsillos de los culpables de dicha crisis.
El paso cambiado
España no puede ir con el paso cambiado frente al avance de La Izquierda en el resto de Europa. Sin embargo, cuando hablamos de La Izquierda no solamente hablamos del Frente de Izquierdas francés o Die Linke en Alemania, o el Partido Socialista Popular danés (que forma parte del bloque rojo que ha terminado con una década conservadora en Dinamarca), sino también a unos socialdemócratas que tratan de recuperar sus señas de identidad. 
El Partido Socialista Francés (PSF) rechaza el retraso de la edad de jubilación y rechaza la entrada en la Constitución del tope del déficit público. Y decimos que rechazan, no se quedan en un tímido y ambiguo “yo no lo hubiera hecho así” como Rubalcaba, por eso el PSF aspira a recuperar el poder en Francia y aquí el PSOE aspira a mantener 100 diputados y gracias a la ley electoral.
Hoy el movimiento 15-M, pero también los partidos políticos con un programa social claro, los sindicatos y asociaciones ecologistas, deben marcarse el reto de trasladar la voz de la calle a las Cortes Generales. Solo así se podrá armar una respuesta contundente contra los recortes de los gobiernos autonómicos de CiU, de Esperanza Aguirre, de Cospedal o del pacto PSN-UPN  en Navarra. Es el momento de buscar la unidad de todos los sectores sociales que se oponen a las recetas neo-liberales y sus títeres, que en España son PSOE y PP.
En definitiva, la regeneración democrática que necesita este país pasa forzosamente por un descalabro en las urnas de los que hoy acumulan el 75% de los votos. En este texto no os vamos a pedir el voto porque no es el momento ni el foro adecuado, pero no podemos dejar escapar la ocasión para hacer una llamada a la responsabilidad para las próximas elecciones, que se acuda a votar, y que se haga a partidos “minoritarios”. No se dejen seducir por una marca y voten por el partido minoritario que comparta ideología y valores con usted.
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Nota a pie de página
Pedro Mellado
(*) Pedro Mellado (1985, Miguelturra) es Diplomado en Magisterio por la UAM, con dos máster en educación y cursando actualmente el grado de Economía por la UNED.
Secretario provincial del Partido Comunista de España (PCE) en Ciudad Real, desde 2009; Coordinador Local de IU-Miguelturra desde el presente año 2011 y miembro desde su constitución en 2010 del Área provincial de Juventud de IU.

Cuña Radiofónica para Cadena SER




Cuña de radio anunciando el debate del viernes 28 de octubre en el
Gran Teatro de Manzanares.