30 nov 2015

VIII Curso 2015-2016: Conferencia de Forges

Aspecto del salón de actos de la Casa de la Cultura: prácticamente lleno

La Crónica

Forges reivindica el humor y recuerda su “no a la guerra”


El humorista gráfico provocó la carcajada en la Escuela de Ciudadanos entre anécdotas de su vida y viñetas con cierta crítica social

Cerca de 300 personas asisten en la Casa de la Cultura a la charla de Antonio Fraguas

Forges en un momento de su intervención
Por Noemí Velasco (*)

Fotos: José Antonio Romero y Pilar Román

Convencido de que el humor vertebra la sociedad, porque “hay momentos en nuestra vida que han quedado impresos por esa razón”, porque “nos permite lidiar con situaciones comprometidas” y porque “el humor es imprescindible para los que peinamos canas y calvas”, contó anécdotas de su vida que demostraron que la chispa está en cualquier momento de la existencia y que sólo hay que saber mover sus hilos para soltar la carcajada, sin pasar por alto realizar un recorrido por algunas de las creaciones que le han convertido en uno de los grandes viñetistas de este país.

Ante un público entregado de cerca de 300 personas, Antonio Fraguas, Forges, tocó el viernes las teclas del humor a través de una charla informal, ‘Humor y ciudadanía: lo colectivo sin barba’, que reivindicó el papel de lo positivo, de esos momentos “culminantes” de tu humanidad que marcan los recuerdos, en la segunda de las conferencias programadas dentro del VIII Curso de la Escuela de Ciudadanos de Manzanares.

Aspecto del salón de la Casa de la Cultura: en primera fila, el alcalde Julián Nieva, y concejales del Grupo Socialista y de UPyD en el Ayuntamiento de Manzanares

Guitarras y queso

La escena vivida en Ámsterdam, después de una noche con dos guitarras y un queso “que no era manchego”, con otros tres españoles cansados y con “un cierto mal en la garganta” después de acompañar a los canales de copla, abrió la tanda de anécdotas desde el escenario de la Casa de Cultura, acompañado por el periodista y director de la asociación organizadora, Román Orozco. La carcajada inundó la sala, en la que estaba presente el alcalde Julián Nieva y varios concejales, al saber que el spray frente a la ronquera que compraron en la farmacia creó una fila impresionante de holandeses decididos a probar el remedio sin saber bien por qué.

Vivencias cotidianas propias y adquiridas se sucedieron entre reflexiones sobre la actitud de la ciudadanía ante lo cómico: Forges bromeó con el ‘no, si ya verás tú como’ típico español y sin traducción, e incluso tarareó una canción al contar los problemas de un vecino de una comunidad en la que hay una “escuela de percusión salsera y noctámbula”.

Román Orozco, director de la Escuela de Ciudadanos, sonríe tras las palabras de Forges

La censura

El trabajo del viñetista marcó gran parte de la narración de este humorista gráfico, creador de cerca de 20.000 trabajos y colaborador habitual del diario El País desde 1995, no sólo al hablar de cómo esquivaba y cómo el humor le salvó en más de una ocasión de la censura, sino también como autor, al que el “biotipo masculino de yo no me río”, “el caballero de la mano en el pecho”, acude a las firmas del libros impasible sin reconocer su interés.

Entre uno y más detalles recordó viñetas como aquella en la que Franco aparecía saliendo de un tren vestido de la Purísima Concepción, tras mantener una entrevista con Mussolini y con el jefe del gobierno colaboracionista con los nazis en Francia, Pétain, y recibir la comparación con la santa; y aparte alguna tira cómica con el discurso fundacional de la Falange como ‘iluminador’. También la recepción que tuvo con el juzgado militar el año del decreto de amnistía, en el que se mostraron dispuestos a amnistiarlo, sin tener juicio, ni condena.

Forges muestra una de sus viñetas

No a la guerra

Siempre de la mano de los desfavorecidos, con conciencia social y ligado a los problemas de la calle, Forges realizó una secuencia de sus viñetas, que sucedió con líneas causantes de inspiración. 

Entre reflexiones sobre las relaciones de pareja, chascarrillos sobre patadas al diccionario y parodias sobre la saturación de dispositivos digitales, Forges mostró aquella viñeta en la que un ciudadano le dice a su hijo “soy libre, puedo elegir el banco que me exprima y la opción política que me desilusione”, o esa otra que presenta una ciudad costera en época de crisis en la que todos los apartamentos están llenos de letreros de ‘se vende’, menos uno, pues “la gente ya no sabe qué hacer para llamar la atención”.


Viñeta de Forges publicada el 29 de noviembre de 2015 en El País

Contextualizada en la guerra contra el terror y la intervención en Irak, la viñeta en la que parecen representados los personajes que formaron el Eje del Mal -entre ellos Osama bin Laden y Sadam Husein- y el Eje del Bien -entre ellos, George Bush-, junto a “aserejé”, un hombre con bigote bastante familiar en la política de la democracia española, sirvió para que este “trabajador incansable”, dispuesto a leer los derroteros de la sociedad por muy fatales que sean siempre con una sonrisa, lanzara un “no a la guerra” en la víspera de las movilizaciones contra la posible intervención militar de España en la actualidad contra el Daesh (Estado Islámico).


Los asistentes aplauden a Forges

(*) Publicado en Lanza

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