“No nos podemos permitir áreas
excluidas de los servicios, pero también del relato”, según Sergio del Molino
El escritor aragonés estuvo
precedido por el profesor Ruiz Pulpón,
que apostó por potenciar “cabeceras de comarca” que acerquen los servicios
básicos a los pueblos
La voz de la España de interior frente al olvido ha alcanzado en los últimos meses los medios de comunicación y el reto demográfico está contemplado en el preacuerdo del Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos. En medio de la expectación, el periodista y escritor Sergio del Molino, que acuñó el término ‘España vacía’ en 2016 con un ensayo en el que narra el “viaje por un país que nunca fue”, defendió que la puesta en marcha de medidas contra la despoblación es una cuestión de “salud democrática”, porque “no nos podemos permitir que parte de la población se quede fuera”.
En España, el 80 por ciento de la población vive en ciudades, según los datos que ofrece la OCDE, y, sin embargo, 7 millones de personas viven en el 53% del territorio. Teruel, Soria, Guadalajara o Cuenca han sido comparadas en numerosas ocasiones con Laponia, con una densidad de población inferior a los ocho habitantes por kilómetro cuadrado. Pero es que, en Ciudad Real, según destacó el profesor Ángel Raúl Ruiz Pulpón “existen zonas que no llegan a los 5 habitantes por kilómetro cuadrado”, sobre todo en el entorno de Cabañeros, en el Valle de Alcudia y en el Campo de Montiel.
Ante un auditorio de alrededor de
doscientas personas, la Escuela de Ciudadanía de Manzanares volvió
a abordar uno de los temas más candentes de la actualidad, a través de dos
expertos. Sergio del Molino ha viajado por “paisajes extremos y desnudos,
desiertos, montañas áridas y pueblos imposibles” para recoger las historias de
esa ‘España vacía’ que se siente “abandonada a su suerte”. Ruiz Pulpón ha
dirigido el proyecto que describe el proceso de despoblación de Ciudad Real,
que con 14 millones de datos recogidos hace un diagnóstico de la provincia.
El reto demográfico va más allá de construir una escuela
La ‘España vacía’ está formada
por pueblos que reciben la visita del médico una vez a la semana, que no tienen
cobertura móvil, que no tienen cajero, ni gasolinera, y donde “el alcalde vive
en una ciudad a cien kilómetros y sólo ejerce como tal un rato los viernes por
la tarde”. Ahora bien, Sergio del Molino insistió en que afrontar el reto de la
despoblación “es más difícil que construir un hospital, una escuela o derivar
fondos europeos”. El escritor, que en su libro utiliza la despoblación como
excusa para trazar “un retrato literario del país” y que evitó polemizar sobre
la derivación de su concepto de ‘España vacía’ en ‘España vaciada’, insistió en
que “hay que plantear las cosas de forma realista, desde la perspectiva de los
derechos democráticos, de integrar y vertebrar a estos ciudadanos en el país”.
Entre nacionalismos y
patriotismos, Sergio del Molino expresó que “en Cataluña y en el País Vasco no
hay un problema territorial”, pues son zonas “de las más ricas de Europa, y,
por consiguiente, del mundo”. A su juicio, la solución del problema territorial
que existe en el país, derivado de la despoblación, pasa por tener “una visión
global de España”, porque “no nos podemos permitir áreas excluidas, de los
servicios, pero también del relato”. Hasta hace unos años, los habitantes de la
España de interior, casi siempre caricaturizados, solo aparecían en la
televisión con episodios de crónica negra.
Sergio del Molino en la Escuela de Ciudadanía |
Consciente de que los habitantes
de la España vaciada están acostumbrados a promesas ficticias que anuncian
lluvias de euros que nunca llegan a término, Sergio del Molino reconoció su
escepticismo ante los resultados que puede tener el futuro ministerio de la
despoblación, y también advirtió de los riesgos de construir “aldeas potenkim”,
pueblos transformados en “decorados” para uso y disfrute de las personas que
viven en la ciudad.
Ahora bien, el periodista celebró el “cambio de
sensibilidad” que ha habido en la opinión pública y la toma de conciencia de
las reivindicaciones de una España que hasta ahora había sido tratada “de forma
condescendiente y marginal”. “El tema de la despoblación es hoy en día el único
asunto nacional que no plantea controversia entre las fuerzas políticas, desde
Vox a Unidas Podemos”, advirtió el ponente.
La despoblación en Ciudad Real
Centrado en los datos, Ángel Raúl
Ruiz Pulpón aprovechó el escenario de la Casa de Cultura para distinguir
conceptos como despoblación, que hace referencia a la “pérdida efectiva de
población”, o despoblamiento, que define la dispersión territorial a través de
la relación de habitante por kilómetro cuadrado. En la provincia de Ciudad
Real, el 12% de los municipios “aglutinan al 66% de la población”, mientras que
“el 63% de los municipios tienen menos de 2.000 habitantes y ocupan el 48% de
la superficie”.
De la mano del estudio
encargado por la Diputación provincial, el profesor de la UCLM destacó que
la despoblación es una realidad en toda España como consecuencia del aumento de
la esperanza de vida, el incremento del número de muertes y la bajada de los
nacimientos. De ahí se deriva que, “el 76 % de los municipios de la provincia
hayan perdido población entre 1997 y 2007”. La cifra aún es peor al coger el
periodo entre 2012 y 2017, pues “el 91,2% de las localidades han perdido
población”, aunque advirtió que es un dato coyuntural.
Ruiz Pulpón durante su intervención en la EC |
Las zonas en peor situación son
las de montaña, como el Valle de Alcudia, la comarca de los Montes y Campo de
Montiel. Así pues, el profesor destacó que en Ciudad Real hay municipios como
Valdemanco del Esteras que llevan “60 años perdiendo población”. Por su parte,
el área vitivinícola de Ciudad Real, a la que pertenece Manzanares, Daimiel o
Tomelloso, ha resistido mejor la envestida de la despoblación, aunque los
únicos que han aumentado datos han sido Poblete y Miguelturra.
Frente a la despoblación en la
provincia, Ruiz Pulpón consideró que las administraciones tienen que hacer “un
esfuerzo por vertebrar de forma razonada el territorio” a través de la
potenciación de “cabeceras de comarca” que aseguren el acceso a los servicios
básicos en un radio de no menos de cuarenta kilómetros. En la línea marcada por
la Unión Europea, el profesor señaló que “se trata de identificar cabeceras
comarcales para crear áreas funcionales”. Así, por ejemplo, Villanueva de los
Infantes podría ser la cabecera de comarca que frenara la despoblación en todo
el Campo de Montiel.
El plan de la Diputación
Horas después de que la Diputación provincial aprobara unos presupuestos para 2020 que contemplan 11.550.000 euros para luchar contra la crisis demográfica y promover el desarrollo sostenible de los pueblos, el alcalde de Manzanares y diputado provincial, Julián Nieva, que estuvo entre el público, reiteró que la institución provincial tratará de “amortizar en la medida de lo posible este fenómeno y paliar la sangría que sufren determinadas comarcas”, al acercar servicios, mejorar infraestructuras y dotar de nuevas tecnologías.
Julián Nieva atiende a los medios junto a Ruiz Pulpón y Del Molino |
Fotos: Carlos Caba y EC
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