La incapacidad de la derecha
para gobernar
El PP deambula entre la restauración nacional-católica y el paroxismo neo-liberal
La sociedad se está movilizando, rompiendo las barreras partidistas y sociales para defender un bien común como es la sanidad pública
Por Miguel Ramírez Muñoz (*)
Si hubiera que buscar efectos positivos de esta crisis que sufrimos desde hace cuatro años, podríamos buscar un buen número de ejemplos. El reconocimiento de la insostenibilidad del modelo de desarrollo que nos trajo la crisis, la paralización de proyectos que atacaban el medio ambiente, y gracias al 15-M, la necesidad de una profunda democratización de las estructuras del poder: reforma de la ley electoral, frenar la influencia de los mercados y del poder financiero en todas las decisiones políticas y económicas, y una transformación de los partidos y organizaciones sociales para atender a las nuevas formas de expresión ciudadana.