Temas a debate
La calidad de la democracia
Cartel anunciando el debate |
Viernes, 28, el gran debate, en el Gran Teatro
Moderador del debate Eduardo San Martín: “Siento una enorme curiosidad por saber cuáles son las recetas de los dirigentes de las juventudes nacionales de nuestros dos grandes partidos, Beatriz Jurado y Sergio Gutiérrez, para desmentir a un destino que se presenta ciertamente azaroso para la generación a la que pertenecen”.
Invitación |
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Frente a los profetas
Madrid, 27 de octubre de 2011
Por Eduardo San Martín (*)
La generaciones de jóvenes españoles, presentes y futuras, cargan sobre sí con un siniestro augurio: casi con toda probabilidad van a vivir peor que sus padres. Un pronóstico que quiebra la tendencia sostenida en el tiempo durante décadas, tal vez siglos, en virtud de la cual los vástagos siempre disfrutaban de más y mejores oportunidades de progreso, material y cultural, que sus progenitores.
¿Se trata de un vaticinio inexorable? ¿O, por el contrario, nos encontramos ante una profecía cuyas probabilidades de autocumplimiento se refuerzan con nuestro propio pesimismo? ¿Es posible aún doblarle el pulso a lo que muchos consideran un declive irremediable? Las crisis, dicen quienes prefieren ver medio llena la botella del futuro, son tiempos de amenazas, pero también de oportunidades. Y, en este sentido, ¿no nos encontraríamos ante una ocasión única para revisar todas aquellas perversiones –de nuestro sistema representativo, de las relaciones económicas, de nuestras convicciones morales– que nos han conducido al dramático estado de postración, y no sólo económica, en el que nos han sumido los últimos acontecimientos?
Desde esta perspectiva, el movimiento 15-M, o como se le quiera llamar, constituye un fenómeno alentador. A condición de que baje de las nubes de las reivindicaciones abstractas y sea capaz de concretar una agenda de reformas capaz de conectar con todas esas capas de la sociedad que hoy se sienten abandonadas por un sistema en el que depositaron toda su confianza. Como le sugería Zigmunt Bauman a Vicente Verdú (en una entrevista cuya versión completa encontraréis en este blog): menos emociones y más pensamiento.
Siento, pues, una enorme curiosidad por saber en qué mitad de la botella se sitúan los dirigentes de las juventudes nacionales de nuestros dos grandes partidos y cuáles son sus recetas para desmentir a un destino que se presenta ciertamente azaroso para la generación a la que pertenecen. Intentaremos averiguarlo este viernes por la noche, en Manzanares, en el debate organizado por la Escuela de Ciudadanía que impulsa mi querido colega y paisano Román Orozco, con quien tantas convicciones he compartido y no pocas discrepancias he mantenido a lo largo de cuatro décadas largas de amistad a prueba de augurios y profecías. Seré el primer y más ávido espectador. Ni se os ocurra faltar.
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Nota a pie de pagina (*)
Eduardo San Martín (Ciudad Real, 1947) es uno de los más brillantes periodistas de su generación. Licenciado en Derecho y titulado en periodismo, se inició profesionalmente a los 23 años en la Agencia EFE. Fue corresponsal en Marruecos y Portugal durante la revolución portuguesa. Formó parte del equipo fundador de Diario 16 y de El País, periódico este ultimo en el que desarrolló una amplia carrera que lo llevó desde la jefatura de la sección Internacional a subdirector y responsable de Opinión.
Ha ocupado también altos cargos de responsabilidad en El Globo, El Sol y El Siglo. Entre 1993 y 1996 hizo su primera incursión en la televisión: dirigió los telediarios de tarde y noche de TVE. Regresa al periodismo escrito y dirige La Verdad (Murcia). En 2002 es nombrado director adjunto de ABC, cargo que desempeña hasta 2009. Desde entonces es columnista de este periódico.
Ha sido comentarista político en la Cadena SER durante diez años, CNN+ y Cuatro. En la actualidad interviene en Los Desayunos y 24 Horas de TVE y la cadena Punto Radio.
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Cuña Cadena SER
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Articulo de Vicente Verdú