El ciudadano-político
Concejal socialista en el Ayuntamiento de Manzanares, sede de la Escuela de Ciudadanos, Cuenca sostiene que los logros alcanzados por la sociedad no habrían sido posibles sin aquellos de sus ciudadanos que deciden dedicarse a la política.
Incluimos los enlaces a dos interesantes artículos aparecidos en el diario El País, uno de Violeta Assiego, que analiza los datos de una encuesta según la cual una inmensa mayoría de españoles afirma que estamos "al borde un estallido social" y otro del profesor José Ignacio Torreblanca, que pide a los políticos valentía en estos momentos de crisis.
Incluimos los enlaces a dos interesantes artículos aparecidos en el diario El País, uno de Violeta Assiego, que analiza los datos de una encuesta según la cual una inmensa mayoría de españoles afirma que estamos "al borde un estallido social" y otro del profesor José Ignacio Torreblanca, que pide a los políticos valentía en estos momentos de crisis.
Invitamos a nuestros seguidores y a todos los dirigentes políticos y sociales a participar en este debate. Ver anteriores artículos sobre este debate pinchando aquí.
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Nuevas reglas, en un nuevo
marco institucional
No queremos nuevos salvadores, ni renunciar a decidir quiénes deben ser nuestros representantes que decidan los asuntos vinculados a nuestro futuro
No parece que haya alternativas para que el papel del ciudadano-político pueda ser reasignado en favor de no sé qué suerte de figura social representativa
Los logros de la sociedad toda no son al margen de aquellos de sus ciudadanos que deciden dedicarse a la política con el apoyo de los demás
Por Miguel Ángel Cuenca Nieto-Márquez (*)
El tema-cuestión planteado tan oportunamente ―como siempre― por la Escuela de Ciudadanos en este su blog, tiene a mi juicio una sola respuesta: por supuesto que hay una necesidad vital y social de política y de políticos. Entre otras razones, por la ya esgrimidas por quienes me han precedido abordando el tema-cuestión.
También por las que podemos encontrar publicadas últimamente en todos los medios como consecuencia de que cada día nos desayunamos con un desaguisado nuevo. No pretenderé por tanto justificar con los mismos o parecidos argumentos por qué es necesaria la política y los políticos en general.