“El populismo no es la causa de las patologías de la democracia liberal, sino la consecuencia de sus deficiencias”, alertaron los autores del libro Populismos
“Asistimos a una inmensa revolución tecnológica, solo comparable con la revolución industrial” y que ha supuesto la pérdida de “autoridad” de las instancias de poder tradicionales
Todo el mundo habla del populismo, pero pocos conocen una definición
concreta que no esté exenta de polémica. Desde Donald Trump a Boris Johnson, el
Brexit, el independentismo catalán y Podemos. Fernando Vallespín y Máriam
Martínez-Bascuñán abordaron las características y las causas del populismo en
la apertura del XII Curso de la Escuela de Ciudadanía de Manzanares.
La polarización de la sociedad y el recurso a las emociones marcan el devenir político en el mundo de Donald Trump, Jair Bolsonaro y Matteo Salvini. El populismo ha invadido las democracias liberales de la mano de políticos que surgen como máximos representantes del “pueblo” y, mientras que la mayoría de los partidos políticos recogen sus artes en esta era de la información, las fake news y la posverdad, se convierte en “arma arrojadiza” para desacreditar al adversario.
La polarización de la sociedad y el recurso a las emociones marcan el devenir político en el mundo de Donald Trump, Jair Bolsonaro y Matteo Salvini. El populismo ha invadido las democracias liberales de la mano de políticos que surgen como máximos representantes del “pueblo” y, mientras que la mayoría de los partidos políticos recogen sus artes en esta era de la información, las fake news y la posverdad, se convierte en “arma arrojadiza” para desacreditar al adversario.
El catedrático de Ciencia
Política Fernando Vallespín y la profesora de la misma
materia Máriam Martínez-Bascuñán abordaron este viernes las
características y los peligros del populismo, como una de las principales
“enfermedades” que afecta a las democracias liberales desde hace décadas y que
está en “auge”, durante la apertura del XII Curso de la Escuela de Ciudadanía
de Manzanares, dirigida por el periodista Román Orozco.
Ante un público de alrededor de
doscientas personas, Vallespín destacó que “el único problema que tienen las
democracias no es el populismo”, pues la sociedad occidental asiste “al
envejecimiento de un sistema con muchas lagunas”. Ahora bien, alertó sobre “el
problema de otorgar la mayoría a líderes que pretenden eliminar los elementos
de control del poder característicos de la democracia liberal”. A su juicio,
esa estrategia solo lleva al “salto” desde un sistema democrático a otro
autoritario.
Un estilo de hacer política
¿Cuáles son las características
del populismo? El concepto no está exento de polémica, reconoció
Martínez-Bascuñán, pero existe consenso con algunos de sus rasgos. Los autores
del libro Populismos coincidieron en que este “estilo de hacer política”
supone dividir la sociedad entre “nosotros” y “ellos”, aparte de recurrir a la
“emoción”. El populismo da “respuestas sencillas a problemas complejos” y cae
en la “falacia” de representar al pueblo como una “masa homogénea”.
Desde la Casa de Cultura, la
exposición estuvo llena de ejemplos. La profesora Bascuñán recordó el eslogan
“América first” (América primero) de Donald Trump, que tanto ha calado entre el
hombre blanco estadounidense, “los perdedores de la globalización” como
consecuencia de la deslocalización de la industria. También hizo referencia a
la habilidad de los líderes populistas para “leer la emoción y traducirla en
consignas”, como ocurrió con Podemos al canalizar la indignación surgida a raíz
del 15-M frente al establishment político.
Frente a la democracia liberal,
los profesores destacaron que otra de las características ligadas al populismo
es el sentimiento de “alineación del pueblo frente a las instituciones”, cada
vez más lejanas y representadas por “una élite tecnocrática”, por lo que existe
una continua reivindicación de la “democracia real” y de la “participación. La
directora de Opinión en el diario El País, Bascuñán destacó que, en este
sentido, los “chalecos amarillos” de Francia “es el movimiento más nihilista”,
porque “no quieren interlocutores, toda representación es traición”.
El efecto de la era digital
“El populismo no es la causa de
las patologías de la democracia liberal, sino la consecuencia de sus
deficiencias”, alertó Máriam Martínez-Bascuñán. Detrás del populismo está la
crisis económica tras la caída de Lehman Brothers, la emergencia del “gigante
asiático”, la desaparición de las clases medias, el racismo y las nuevas
tecnologías.
Fernando Vallespín reconoció que “asistimos a una inmensa
revolución tecnológica, solo comparable con la revolución industrial” y que ha
supuesto la pérdida de “autoridad” de las instancias de poder tradicionales,
representadas por los partidos políticos y los medios de comunicación, frente a
la inmediatez de las redes sociales y las infinitas páginas webs.
En medio de la vorágine digital,
donde lo que prima es el “escándalo, la crispación, el conflicto y los
sentimientos”, el populismo aprovecha para extender sus tentáculos. Fernando
Vallespín señaló que “se aprovecha de nuestros prejuicios, de los resentimientos
de esa clase media desclasada, proletarizada”. Entonces empieza a primar la
“posverdad”, que asemeja lo verdadero con lo que sentimos y no con los hechos
contrastados, que “manipula” a la población”. En este mundo, el profesor indicó
que solo hizo falta la imagen del pequeño niño Aylan Kurdi, que apareció muerto
en una playa de Turquía, para que 1.300.000 sirios entraran en territorio
alemán en 2015.
Lejos de cerrar con una visión
pesimista frente a las derivas de la política internacional por los efectos del
populismo, que, a su juicio, pueden hacer un “daño terrorífico”, el exdirector
del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) aseguró que la democracia
liberal ha demostrado tener los suficientes contrapesos para mantener a raya a
algunos de sus líderes. Además, Vallespín consideró que la gestión del cambio
climático puede ser “la espada de Damocles” que obligará a los líderes
políticos a “abandonar los discursos parroquiales” a favor de un “discurso
interplanetario” que tendrá que afrontar todo el mundo con concesiones.
El independentismo de Torra y
el conflicto catalán
En medio del conflicto catalán,
Vallespín y Bascuñán hicieron referencia a las derivas del independentismo
catalán en este sentido y al populismo del president Quim Torra. Sin ideología,
el populismo surge a la izquierda y a la derecha del espectro político,
advirtieron los ponentes. En las democracias occidentales con menos protección
social, como España, Portugal o Grecia, ha dominado entre los partidos de
izquierda. Ahora bien, España es un buen ejemplo de que sus rasgos están
presentes en todo el espectro político, desde Vox a Podemos, e incluso en
partidos tradicionales. Vallespín hizo referencia a la última campaña electoral
de Susana Díaz, en la que solo habló de Andalucía.
Asimismo, Martínez-Bascuñán
aprovechó para manifestar su “pesimismo” ante una pronta solución del conflicto
en Cataluña, donde Torra se ha erigido como el representante del “pueblo
catalán” sin tener en cuenta a los no independentistas. A su juicio, primero
hay que “desinflamar” la situación una vez conocida la sentencia del Procés e
iniciar un diálogo en Cataluña. Aunque consideró la sentencia “el triunfo del
Estado de Derecho”, opinó que la “catarsis” que vive Cataluña en estos momentos
“ha puesto de manifiesto que no había que judicializar el proyecto” y que tiene
que haber “una respuesta política”.
Rotunda, la profesora expresó que
“tenemos que preguntarnos si queremos que Cataluña siga siendo de España,
cuáles son las soluciones y qué estamos dispuestos a ceder”. Ahora bien, tras
los resultados de la consulta del Brexit, dudó de las soluciones que podría
aportar un referéndum, dado que el tema es muy complejo y una consulta
implicaría “fractura social” y “dinamitar el sistema de partidos”.
Pronóstico ante el 10-N
Con la vista puesta en las
elecciones, Máriam Martínez-Bascuñán reconoció que el escenario es “arriesgado”
dado que “estamos en un momento de turbulencias políticas, económicas, con el
proceso de Brexit y con el efecto de la sentencia del Procés, que puede tener
un impacto fuerte en los resultados electorales”. Aunque consideró que “es muy
probable que el PSOE revalide el resultado electoral”, la profesora afirmó que
“más que la investidura, es muy importante que consiga un pacto de gobernabilidad”.
Asimismo, consideró que el ascenso que está teniendo el partido de ultraderecha
Vox es “preocupante”, y afirmó que “el problema de Cataluña y la exhumación de
Franco son factores que favorecen todo el marco acústico que este partido
quiere explotar”.
En la apertura del curso, el
alcalde de Manzanares, Julián Nieva, felicitó a la Escuela de Ciudadanía por su
actividad y destacó la oportunidad que supone para la población de la ciudad
recibir a ponentes de referencia nacional para hablar de temas de actualidad.
Asimismo, Román Orozco, tuvo al principio de la conferencia palabras de
recuerdo para el historiador Santos Juliá, que falleció este miércoles y que
participó hace dos años en la programación de la Escuela.
El presidente de esta asociación, Juanjo
Díaz-Portales, agradeció el apoyo de la Diputación de Ciudad Real, Fundación
Unicaja, Ayuntamiento de Manzanares y Cadena
Ser, y anunció que la próxima cita será el 29 de noviembre con Sergio del
Molino, autor de La España vacía, y
con Ángel Raúl Ruiz Pulpón, profesor de Geografía Humana, que analizarán uno de
los grandes problemas que tiene España: la despoblación.
Texto: Noemí Velasco
Fotos: Pilar Román y José Antonio Romero
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