Manzanares, 20 de marzo de 2012
Carta a Enrique Sierra
Por Lola Román
Querida Escuela,
Hace días que siento la necesidad de despedirme de alguna manera de Enrique Sierra, mi cuñado. Pensé hacerlo en su Facebook, que precisamente le anime hace años a abrir, pero creo que esta escuela ha sido parte de su vida desde que se creó, y pienso que es el medio adecuado para decirle unas palabras de agradecimiento. En realidad es una despedida, pero a la vez es una carta para mi hermana Pilar, para que sepa que estaremos aquí siempre que nos necesite y cuando no también, ya que nosotros también la necesitamos a ella.
Pili, la vida es rock n’ roll, but we like it!
te quiero
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Querido Kike, (para mi hermana)
Hace ya un mes que te fuiste. A veces se hace insoportable el saber que nunca más volveremos a verte. Es tan duro pensarlo que la rabia a veces se apodera de nosotros, acompañada de una tristeza inmensa.
Quería darte las gracias por todos estos años que has estado con nosotros, pero sobre todo por todo este tiempo que has estado junto a Pilar, como tú la has llamado siempre. En estos días tristes, he visto que el amor verdadero existe y, que por muy lejos que te vayas, no se romperá jamás.
Esos 30 años que tu hermano Víctor dijo que le robaste a la muerte, los compartiste con nosotros, con tus amigos, con tu música, con tus maquinas, con la vida, pero sobre todo con Pilar.
Pocos días antes de marchar, le dijiste a mi madre que cuidáramos de ella. Quizás es por esto que te escribo para decirte que no te preocupes, que estaremos con ella, que cuidaremos de ella y le acompañaremos en todos sus proyectos. Intentaremos que sea feliz y, que poco a poco, cuando piense en ti esboce una sonrisa. Y esa tristeza que ahora le rodea la llenemos de alegría.
También quiero darte las gracias de parte de Diana y Dylan. En estos años conseguiste que te quisieran tanto. Creo que lo que más les gusto de ti es que siempre les trataste como personas, no como niños. Les hablaste de tú a tú, con tanto respeto y educación que ahora que no estás, sienten más tu perdida. Dylan nos dice que pensemos en el “tito de hace mucho” para no ponernos tristes, Diana siente un dolor y un vacío en el corazón que no había sentido antes. Por eso, sé que no te olvidaran.
Y aunque sé que mis padres ya te dieron las gracias, yo te las vuelvo a dar en su nombre. Este proyecto de Escuela de Ciudadanos fue parte tuya, junto a Román, su creador. Con la Escuela podemos intentar hacer un mundo mejor, quién sabe, y tu serás siempre parte de él.
Enrique, quiero que sepas que desde aquí “tkeremos infinito”.
¡Hasta que nos volvamos a ver!
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Para mi hermana, me gustaría decir de Enrique:
SONETO XCIV
Si muero sobrevíveme con tanta fuerza pura
que despiertes la furia del pálido y del frío,
de sur a sur levanta tus ojos indelebles,
de sol a sol que suene tu boca de guitarra.
No quiero que vacilen tu risa ni tus pasos,
no quiero que se muera mi herencia de alegría,
no llames a mi pecho, estoy ausente.
Vive en mi ausencia como en una casa.
Es una casa tan grande la ausencia
que pasarás en ella a través de los muros
y colgarás los cuadros en el aire.
Es una casa tan transparente la ausencia
que yo sin vida te veré vivir
y si sufres, mi amor, me moriré otra vez.
Pablo Neruda
Precioso. Gracias por compartir unas emociones tan bellas y tan vuestras.
ResponderEliminarEnrique está y estará gracias a vosotros.