Páginas

6 feb 2019

'Contra todo esto' es un ensayo político urgido por la vergüenza ante las crisis que le rodean

Entrevista a Manuel Rivas
Manuel Rivas

Tereixa Constenla, El País
11 de abril de 2018

Una mañana, la madre de Manuel Rivas (A Coruña, 1957) se despertó con las metralletas de dos patrullas militares en la puerta. Se llevaron a su hijo, entonces un periodista free lance de 20 años. Rivas había publicado en La Región una noticia sobre la intoxicación alimentaria de un centenar de soldados en un cuartel de A Coruña. Le reclamaron seis años de cárcel por un delito de sedición. El asunto se zanjó gracias a un nuevo capitán general después de interrogar al presunto sedicente:

—¿Quería usted atacar a la patria?
—No. Yo quería informar de la intoxicación.

Ya se había muerto Franco. Ya estaba la Transición adelante y atrás. Quizás la experiencia anterior, de inicio extremo y final afortunado, explique cierta equidistancia del escritor sobre aquellos días: igual de lejos del desprecio adanista que habla de “rehabilitación arquitectónica del vetusto ruedo ibérico con fachada democrática de cartón-piedra” que del botafumeiro que la describe como “la mejor partida de ajedrez de la historia mundial”. No hubo favores, recuerda. “Cada paso importante tuvo su coste en dolor y represión”. Cada compromiso tenía su riesgo: el escritor figuró en la lista de mil “elementos a eliminar” en Galicia el 23-F.

Juan Cruz: El territorio de la memoria


El autor y su obra
Cruz con Sergio Ramírez en la Feria del Libro de Guadalajara

El periodista, escritor y editor canario ganó el Premio Nacional de Periodismo Cultural por su enorme labor en favor de la cultura

En su último libro, Primeras personas, retrata desde su memoria a grandes personalidades mundiales, como Günter Grass, Patti Smith, Vargas Llosa, J.K. Rowling, García Márquez, Muñoz Molina, Almudena Grandes o Manuel Rivas.

E.C.

Al igual que Manuel Rivas, Juan Cruz Ruiz estaba destinado a ser un periodista precoz: a los 13 años comenzó a publicar artículos en Aire Libre, un semanario de su tierra natal (Puerto de la Cruz, 1947, Tenerife). Licenciado en Periodismo e Historia. Trabajó en los diarios tinerfeños La Tarde y El Día antes de incorporarse en 1976 a El País, periódico del que es fundador.

En ese diario ha sido prácticamente todo: corresponsal en el extranjero, reportero, columnista y responsable de las secciones de Opinión y Cultura. En la actualidad es adjunto a la dirección. Desde hace unas semanas, escribe en la última página reportajes bajo el epígrafe La vida por aquí. Durante seis años (1992-98) dejó el periódico para dirigir la editorial Alfaguara.  

Mi amigo Juan

Perfil            
Juan Cruz vuelve a la Escuela de Ciudadanos

“El motor de su diligencia infatigable es una curiosidad escrutadora que no delega en nadie”

“Exhibe otra cualidad poco común: la generosidad. Rara vez escribe mal de nadie”

“Posee una memoria deslumbrante y precisa y una capacidad de trabajo y una dedicación sin desmayos”

Por Eduardo San Martín (*)

Eduardo San Martín
Desde que hace unos días Román Orozco me pidió que trazara un perfil de Juan Cruz vengo dándole vueltas a la idea de cómo salir con bien del intento sin caer en el elogio untuoso y sin pasarme en las dosis de incienso. Porque Juan es antes que nada un amigo. Un compañero y un colega, también. Pero sobre todo un amigo. Luego he pensado que más artificioso sería, por el afán de mantener una distancia emocional impostada, reducir este ejercicio a una mera faena de aliño, tan comedida como sin alma.

Así que, desechados los primeros escrúpulos, lo que sigue constituye un homenaje sin complejos. Desde un afecto y una admiración que son ya muy antiguos. Del aprecio que siento por Juan diré poca cosa. O se explica sólo o no necesita ninguna explicación. Y lo que admiro en él, que es mucho, son esas cualidades que echo a faltar en mí mismo y que le envidio sin reservas. Suele ocurrir: admiración y envidia van casi siempre de la mano.

Y yo envidio en Juan, por resumirlo en una imagen, todos aquellos atributos que le permiten mantener en marcha constante el vehículo en el que pasea su mirada por el mundo que le rodea… y aún más allá. Que es lo que no ha dejado de hacer en sus sucesivas reinvenciones: corresponsal, peón de redacción, jefe de esa misma redacción (muy probablemente a su pesar), editor y de nuevo periodista a secas, al fin de cuentas lo que ha sido siempre y lo que continuará siendo mientras no se le nuble la vista o le tapien los oídos…. y aún más allá.

Juan Cruz: “Nunca escribiré un libro para ajustar cuentas con nadie”

Entrevista
Juan Cruz en el Café Gijón

En Primeras personas reúne 76 retratos de creadores a los que ha conocido y tratado a fondo como periodista y editor

Por Jesús Ruiz Mantilla, El País
20 de diciembre de 2018

Entre huellas que sortean los cristales rotos, caminan estas Primeras personas(Alfaguara) de Juan Cruz. Precisamente para recomponer un espejo en el que mirarse cuando ha cumplido 70 años y va seleccionando con la memoria lo que más le ha marcado en la vida. Ayer lo presentó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid junto a sus compañeros Daniel Gavela, Montserrat Domínguez y la actriz Charo López, quien leyó algunos fragmentos.

Cuenta Juan Cruz, adjunto a la directora de EL PAÍS, en su libro que él fue un niño atónito acompañando a leer a su madre. Ese es el primer cristal que arroja al suelo y al cielo de su memoria: le siguen 76 más, en diversas situaciones, a los que entrevistó o trató como editor: “Yo he hecho muchas cosas. He acompañado a gente al baño, les he dado de comer a la boca, los he llevado a comisaría…”. Y ha trancado la puerta del cuarto en el que se han encerrado a escribir, para dejarles en la ceremonia de su soledad.

Leer más:
https://elpais.com/cultura/2018/12/19/actualidad/1545255620_305125.html

Una escuela de la mirada

Juan Cruz Ruiz publica 'Primeras personas', un libro de retratos literarios
Juan Cruz entrevista a Ingmar Bergman en 1989. Foto Luis Magán

Anna Caballé, El País

7 de enero de 2019

Juan Cruz es un escritor hondamente afincado en el peso de la memoria, de su memoria. Así lo viene demostrando desde aquel libro seminal de su escritura autobiográfica que fue El territorio de la memoria (1995), donde exploraba la manera de referirse literariamente a sí mismo y a sus recuerdos. El libro partía de la muerte de su madre y de la necesidad de establecer una línea de continuidad entre la muerte de la madre y su propia vida. Esa misma pulsión genealógica, de ubicarse en línea con los otros, explica sus siguientes libros anclados en seres de su universo familiar (el padre, en Ojalá octubre; los miedos de la infancia, en La foto de los suecos, o su vivencia como abuelo en El niño descalzo), libros felizmente reunidos en un solo volumen, (El territorio de la memoria y otras novelas autobiográficas, Debolsillo, 2016).

En Primeras Personas, una imagen recorre el libro, la de los cristales rotos: la vida es una serie informe de estropicios de toda clase, en medio de los cuales brota la luz del calor humano, de la amistad, el fulgor de la complicidad y del entendimiento. Soy muy consciente de que a muchos lectores hablar de calor humano, en pleno antihumanismo, les dará risa. Resulta pueril, lo sé. Pero como Juan Cruz escribe como si no lo supiera, como si todavía nos jugáramos la vida en un mundo de relaciones humanas, yo le sigo en esto y me adhiero a su mirada como si fuera un nuevo manifiesto personal, esta vez no firmado por Ana María Moix sino por Juan Cruz Ruiz.



Más artículos de Juan Cruz en El País

Blog de Juan Cruz en El País

Libros Juan Cruz Ruiz disponibles en la Biblioteca Municipal Lope de Vega de Manzanares
http://reddebibliotecas.jccm.es/cgi-bin/abnetopac/O7560/ID95af7e77/NT1