El autor y su obra
Cruz con Sergio Ramírez en la Feria del Libro de Guadalajara |
El periodista, escritor y editor canario ganó el Premio Nacional de
Periodismo Cultural por su enorme labor en favor de la cultura
En su último libro, Primeras personas, retrata desde su memoria a
grandes personalidades mundiales, como Günter Grass, Patti Smith, Vargas Llosa,
J.K. Rowling, García Márquez, Muñoz Molina, Almudena Grandes o Manuel Rivas.
E.C.
Al igual que Manuel Rivas, Juan Cruz Ruiz estaba destinado a
ser un periodista precoz: a los 13 años comenzó a publicar artículos en Aire Libre, un semanario de su tierra
natal (Puerto de la Cruz, 1947, Tenerife). Licenciado en Periodismo e Historia.
Trabajó en los diarios tinerfeños La
Tarde y El Día antes de
incorporarse en 1976 a El País,
periódico del que es fundador.
En ese diario ha sido prácticamente todo: corresponsal en el
extranjero, reportero, columnista y responsable de las secciones de Opinión y
Cultura. En la actualidad es adjunto a la dirección. Desde hace unas semanas,
escribe en la última página reportajes bajo el epígrafe La vida por aquí. Durante seis años (1992-98) dejó el periódico
para dirigir la editorial Alfaguara.
Portada de su último libro |
Su larga trayectoria como informador cultural le valió en
2012 el Premio Nacional de Periodismo Cultural. De su labor como editor, quedan
espléndidos libros como Egos revueltos
(Premio Comillas) o el último publicado en noviembre del pasado año, Primeras personas. En éste realiza
acertados retratos guardados en su memoria de grandes personalidades mundiales
de la cultura a los que trató y entrevistó. Entre muchos otros, Günter Grass,
Patti Smith, Vargas Llosa, J.K. Rowling, García Márquez, Saramago y los
españoles Muñoz Molina, Almudena Grandes, Juan José Millás o Manuel Rivas, el
escritor gallego con el que conversará Cruz en la Escuela de Ciudadanos el
próximo 22 de febrero.
Un chiquillo vestido
de limpio
De Rivas escribe Cruz en ese libro que “la primera vez que vi a Manuel Rivas era
un muchacho que acababa de salir de la adolescencia y venía a Madrid a ser
despedido de El País, periódico del
que era corresponsal en Santiago de Compostela. “Era un chiquillo vestido de
limpio, con pantalones marineros, unos zapatos negros de andar mucho y una
camisa blanca”. Se salvó del despido, y luego de fichar por otro medio, por
mediación de Cruz. En los años transcurridos desde 1978, “su historia de
periodista –señala Cruz sobre Rivas- está en los almanaques del oficio y basta
con decir que sigue siendo curioso y sentimental, poderoso y dulce, un muchacho
que ya tiene 60 años y ha visto en la vida los misterios dolorosos y los
misterios gozosos, y de todo tiene una metáfora, una mariposa, un poema”.
Trabajador incansable
La primera novela de Cruz, Crónica de la nada hecha pedazos, publicada a los 24 años, obtuvo
el premio Benito Pérez Armas. A ésta le siguieron una veintena más de novelas,
entre ellas El sueño de Oslo (Premio
Azorín), Retrato de un hombre desnudo
o El territorio de la memoria y
otras novelas autobiográficas, que
reúne sus cuatro novelas autobiográficas: además de El territorio…, La foto
de los suecos, Ojalá octubre y El niño descalzo.
Trabajador incansable, Cruz ha colaborado en televisión y
radio, medio éste en el que mantiene un comentario diario bajo el epígrafe de El revés y el derecho, tras el
informativa Hora 14 de la Cadena SER;
inolvidable es la sección sobre literatura que mantuvo junto a Almudena Grandes
en el programa La Ventana, cuando lo dirigía Gemma Nierga. En Primeras personas, el escritor canario
recuerda que una tarde se enzarzaron ambos en el programa: “[Almudena] un día
me reprochó, con su cariño de gaznate fumador, que yo defendiera a James Joyce,
pero la sangre no llegó al río”.
Gran amante del fútbol, seguidor del Barcelona, aún tiene
tiempo para escribir los lunes la última página del periódico deportivo AS, Tercer
Tiempo, en donde analiza la actualidad deportiva con el lenguaje brillante
y preciso que le caracteriza.
Un maestro de periodistas que da clases en la Escuela de
Periodismo UAM-El País y encandila a sus alumnos.
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