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17 oct 2011

Mejorar la calidad de la democracia, una obligación como ciudadanos


Temas a debate
La calidad de la democracia
Escriben los líderes locales
Dentro del debate La calidad de la democracia hemos publicado artículos de diferentes líderes locales, entre ellos los de Antonio López de la Manzanara, alcalde de Manzanares por el Partido Popular, Julián Nieva, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Miguel Ramírez Muñoz, Coordinador de Izquierda Unida en Ciudad Real y Pedro María Castellanos, Secretario General del Comité Mancha Sur de Unión Progreso y Democracia (UPyD). 
Tras las manifestaciones producidas en todo el mundo el pasado 15-O, hemos pedido la opinión de líderes juveniles. Este es el primero, escrito por el secretario de las Juventudes  Socialistas de Manzanares, Pablo Camacho Fernández-Medina
Este debate culminará el próximo 28 de octubre en un encuentro cara a cara, organizado por Escuela de Ciudadanos, en Manzanares, entre Beatriz Jurado, presidenta nacional de Nuevas Generaciones del PP y Sergio Gutiérrez, secretario general de las Juventudes Socialistas de España. En los próximos días iremos ampliando detalles de este evento. 
Animamos a nuestros lectores a sumarse con sus opiniones a este apasionante debate.
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Mejorar la calidad de la democracia, 
una obligación como ciudadanos

Manzanares, 17 de octubre de 2011
Por Pablo Camacho Fernández-Medina. (*)
Quiero comenzar mi escrito agradeciendo a la Asociación Escuela de Ciudadanos la invitación para que aporte mi opinión en un tema tan crucial para nuestra sociedad como es la calidad de la democracia. No dejaré escapar esta oportunidad de contribuir con mi granito de arena, en forma de ideas y opiniones, para que entre todos encontremos el camino más acertado que nos lleve a esa democracia moderna, más plural y más participativa, a la que pretendemos llegar a través de unos necesarios ajustes y reformas.
Sin embargo, no quiero dejar de expresar mi decepción con el artículo publicado en este blog por el alcalde de Manzanares, señor López de la Manzanara, que en vez de aportar su opinión e ideas en cuanto a las reformas que se plantean sobre nuestra democracia, solo se preocupa de criticar las ediciones anteriores de la Escuela de Ciudadanos y a despreciar a las personas que tenemos ideologías de izquierdas y no pensamos como él.
Entiendo que hubiese resultado más útil para nuestra sociedad que aportase opiniones constructivas, en vez de destructivas. 
Los políticos como problema
Me centraré ya en el asunto que nos preocupa. Vivimos en tiempos revueltos, es evidente. Donde la clase política ha pasado a ser uno de los problemas más importantes de la ciudadanía. Así lo hemos podido comprobar en el último estudio del CIS, donde la clase política como problema se sitúa, con un 22,1%, como el tercer problema para los españoles, solo detrás del paro y de la situación económica. Ante estos datos, no vale de nada tirar balones fuera. Algo estaremos haciendo mal los partidos políticos y las personas que en una u otra instancia nos dedicamos a la política. Tantos ciudadanos no pueden estar equivocados. Es, por tanto, no solo necesario, sino exigible, un ejercicio de autocrítica. Decía Felipe González que “la esencia de ser socialistas, es ser autocríticos”. Así, entonces, para los socialistas es más obligatoria si cabe esa autocritica. 
A menudo, aprovechando una comida, o una reunión entre amigos o familiares, surge una discusión sobre asuntos políticos. Poco a poco, las frases que ya son cotidianas como “algo tiene cambiar”, “esto no puede seguir así” o “todos los políticos son iguales” empiezan a aflorar en la conversación. Casi siempre suelo aceptar las dos primeras frases; nunca la tercera. Es evidente que “algo tiene que cambiar” y “que esto no puede seguir así”. Para ello es fundamental el papel que jugamos los jóvenes que formamos parte de los partidos políticos. Tenemos que regenerar la política, hacerla más sana, hacerla más participativa, hacerla con las asociaciones y con los sectores implicados y, si es posible, hacerla con una sonrisa. Tenemos que alejarnos de la idea de clase política como clase privilegiada. 
Muchos ciudadanos, y con razón, entienden que ser político hoy en día, es ser un privilegiado. Sueldos vitalicios, ausencia de leyes que establezcan sueldos razonables para políticos, excesivos privilegios por ser cargo público, etcétera, son ejemplos que a muchos nos enojan y que, por tanto, tenemos la tarea de modificar. No vale de nada que los jóvenes políticos permanezcamos callados y permisivos ante todo lo que acontece. Tenemos la responsabilidad ética de exigir cambios en las estructuras de nuestros partidos y de nuestras instituciones públicas. Somos la savia nueva; entendamos lo que ello implica.
Reivindico desde aquí el papel protagonista que los jóvenes debemos tener en los partidos políticos. Lo he hecho muchas veces en el seno de mi partido, y lo hago una vez más a través de estas líneas. Hay una frase que describe muy bien esta idea que pretendo exponer: “los jóvenes no debemos ser las bases del partido, pero sí la fuerza motriz y la innovación que lo lleve adelante.”
La ciudadanía es poder
El Movimiento 15-M y Democracia Real Ya, merecen todos mis respetos. He leído muchas propuestas y planteamientos de estos dos movimientos sociales. En algunas ideas coincidimos, en otras no. Pero creo que eso forma parte de esa democracia a la que hacemos referencia. Opinar, diferir, y a partir de ahí, avanzar y progresar como sociedad. 
Escribiendo estas líneas se me viene a la cabeza parte del temario de la asignatura Participación Ciudadana que tuve que estudiar en la Diplomatura de Trabajo Social, porque ¿qué es ciudadanía? El temario al que hacía referencia dice así: “La ciudadanía es poder, entendido como la facultad de realizar actividades con plena autonomía, tomando decisiones responsables en el contexto social actual. Asimismo, es la capacidad de las personas para asumir compromisos en un ambiente social y político con el que nos identificamos al sentirnos parte de él, logrando convivir. Todos somos titulares de poder, por lo tanto podemos influir e intervenir en la toma de decisiones en diversos espacios de nuestra vida. La ciudadanía se ejerce a través de la participación en los diferentes espacios en los que nos desenvolvemos, en la familia, en el colegio, en el trabajo, en el barrio, en las administraciones públicas, etcétera. ¿Cómo? Opinando sobre temas que atañen al entorno en el que se desenvuelven, tomando decisiones en beneficio de la sociedad o que impliquen una mejora de la calidad humana, etcétera” 
Después de recordar todas estas apreciaciones del concepto real de ciudadanía, me pregunto, ¿no es todo esto democracia? Sí, lo es. Quizás ahí está una parte del problema, en que hemos dejado pasar u olvidado nuestras tareas como ciudadanos. Por ello, esté genial que el Movimiento 15-M y Democracia Real Ya nos hayan hecho reflexionar sobre todo ello. Estos movimientos se han autodefinido como “movimientos ciudadanos de presión”. Yo les añadiría que son “movimientos ciudadanos de reflexión y de presión”.
Necesitamos, primero, reflexionar, saber hacia dónde queremos ir y que queremos hacer; y después, presionar a quien tiene la facultad de tomar las decisiones allá donde proceda. 
No hemos sabido comunicarnos con la sociedad
Se trata ahora por tanto, de saber aprovechar este momento de reflexión en pro de nuestra democracia. No todos los partidos políticos han entendido de igual manera el papel del 15-M y de Democracia Real Ya. Tanto es así, que el Partido Popular se ha encargado de criminalizar y deteriorar la imagen de estos movimientos. 
En Manzanares, también hemos podido ver cómo el portavoz del Equipo de Gobierno del PP despreciaba en el último Pleno Municipal a los integrantes del Movimiento 15-M.
Parece que al PP le molestan todos aquellos movimientos que invitan a la reflexión y a la denuncia de aspectos que hay que modificar. Al contrario, el candidato Rubalcaba ha sabido entender la importancia de recoger e integrar muchas de las propuestas del 15-M en el programa electoral socialista. Algunos ejemplos son reformar el Senado al entender que no sintoniza con el Estado de las Autonomías y que no cumple con ninguna de las funciones para las que fue creado, modificar el sistema electoral en la línea del modelo alemán para incrementar la cercanía con el ciudadano y la creación de una nueva ley hipotecaria para regular la dación en pago. Es un buen primer paso. Pero no es suficiente. 
Los socialistas debemos seguir recogiendo todas las propuestas que vayan orientadas hacia una mejor democracia. Si son propuestas razonables, ¿por qué no tenerlas en cuenta? Este es un aspecto en el que entiendo que el PSOE, mi partido, no ha sabido estar acertado.
Entiendo que no hemos sabido comunicarnos con la sociedad. Por un lado, no hemos sabido escuchar y abrir las puertas de nuestro partido todo lo bien que lo debiéramos haber hecho. Por otro lado, no hemos sabido explicar adecuadamente lo que queríamos hacer. La pedagogía política se hace en estos tiempos más necesaria que nunca. 
Seamos autocríticos y constructivos
Por tanto, tenemos mucha tarea por delante. Pero hay muchas formas de hacerle frente. Una forma es reconociendo que se han cometido errores y que hay que escuchar todas las propuestas que sean aceptables, estudiarlas, y, si son razonables, llevarlas a cabo. Eso es lo que hacemos los socialistas. 
Otra forma, es ponerse una manta en la cabeza y dejar que pase el tiempo hasta llegar al poder, haciendo caso omiso a cualquier propuesta. Este es el modelo del PP. Por eso rechazo contundentemente, como decía antes, “que todos los políticos seamos iguales”. No es cierto. Les pongo un ejemplo. 
Rosa Romero, candidata al Congreso de los Diputados, ya es diputada regional y alcaldesa de Ciudad Real por el Partido Popular. Es decir, cobra dos sueldos, y aspira a un tercero. Jesús Martín es candidato al Senado y alcalde de Valdepeñas por el PSOE. Cobra un sueldo como alcalde, al que ha renunciado en caso de ser elegido senador. 
¿Somos todos los políticos iguales? Yo creo que no. Por ello, proclamo la dignidad de la tarea política. La política no es fea; la hacen fea quienes se dedican a ella sin rigor y sin dignidad. No he encontrado labor más atractiva y honorable que servir a tus ciudadanos y a tu tierra, cuando lo haces motivado por unos principios y por una vocación de servicio público. 
Está en nuestras manos. Sepamos ser autocríticos y constructivos. Mejorar la calidad de nuestra democracia es posible. Todos podemos aportar algo. ¡Adelante!
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Nota a pie de página
(*) Pablo Camacho Fernández-Medina (Manzanares, 1988) es Diplomado en Trabajo Social.
En su labor política, es Secretario General de las Juventudes Socialistas de Manzanares desde el año 2005 y Secretario de Juventud de la Ejecutiva Local del PSOE desde el año 2008. Desde el 11 de junio de 2011 es Concejal del Ayuntamiento de Manzanares en representación del PSOE.
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Más puntos de vista:
Interesante y polémico punto de vista sobre el Movimiento 15-M de Zygmunt Bauman, filósofo y sociólogo polaco, premio Príncipe de Asturias de la Comunicación y Humanidades 2010 y padre de la llamada modernidad liquida
“El 15-M es emocional, le falta pensamiento"
Zygmunt Bauman advierte del peligro de que la indignación termine evaporándose 
Vicente Verdú, Madrid. EL PAIS
Zigmunt Bauman, el filósofo y sociólogo polaco famoso por su concepto de la modernidad líquida, tan fértil que ha sido aplicado al amor (líquido), al arte (líquido), al miedo (líquido), al tiempo (líquido) y así hasta cualquier cosa, publica el ensayo 44 cartas desde el mundo líquido (Paidós). Además, el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010 ha estado en Madrid para pronunciar una conferencia en el Matadero bajo el título ¿Tiene futuro la solidaridad? El sábado por la tarde, a la misma hora de la manifestación internacional de los indignados, mantuvimos una charla en un hotel a menos de 100 metros de la plaza de Atocha donde, entre la multitud, ya no cabía un alfiler.
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