Manzanares, 20 de febrero de 2009.
Por Román Orozco.
Vivimos tiempos turbulentos. Unos tiempos donde el paro azota a millones de hogares en todo el mundo. Unos tiempos en los que algunos políticos, que deberían ser guías en la travesía de este mar de penurias, se dedican a meter la mano en las arcas públicas para engordar sus cuentas corrientes personales.
Extraigo de un libro de Nativel Preciado esta cita: “Nuestra sociedad esta llena de agentes contaminantes: la desfachatez, el prestigio mal dado, el que se lleva el gato al agua, el que trampea y el que miente”.
Vivimos unos tiempos en los que los derechos cívicos están amenazados por un doble motivo:
1- La apatía de los propios ciudadanos, atrapados hasta hoy en un consumo enfermizo (“saturados de excesos”, le dirá el filosofo José Antonio Marina a nuestra invitada de hoy) y ahora angustiados porque no pueden pagar las deudas contraídas.
2- Y amenazados porque la clase política se encuentra desorientada ante el derrumbe del sistema capitalista que tanto habían ensalzado.
Pero la crisis económica es también crisis moral y ética.
Sobre ética y moral ha preguntado y escrito mucho Nativel Preciado. Como periodista, Nativel se ha interesado siempre en buscar personajes que arrojen algo de luz a este mundo de tinieblas.
A lo largo de su amplia trayectoria profesional, ha trabajado en Diario Madrid, aquella fábrica de periodistas antifranquistas, en ABC, en Interviú, en Tiempo. Ha colaborado en los más importantes programas de la radio, desde el Protagonistas de Luís del Olmo, a Hoy por Hoy y La Ventana de la Cadena SER. También ha frecuentado los programas de debate en televisión, desde aquel Hermida y Cia de 1994 al 59 segundos de TVE.
Por ello, ha recibido dos de los premios más prestigiosos del periodismo nacional: el Francisco Cerecedo (1986) y el Víctor de la Serna (1989).
Por si fuera poco, Nativel ha incursionado con éxito en la novela y el libro de ensayo. Con su primera novela, El egoísta, quedó finalista en el Premio Planeta (1999). Con la penúltima, Camino de hierro, ganó el Premio Primavera de Novela (2007).
De las muchas actividades de Nativel, hay un par de ellas que me reconfortan especialmente: escuchar su voz educada y culta en el programa de Gema Nierga, La Ventana, y meditar sobre el contenido de su libro Hablemos de la Vida, un manual de supervivencia en estos tiempos revueltos, un verdadero máster en ciudadanía.
Dice en ese libro, que reproduce una larga conversación a lo largo de años con José Antonio Marina, que hablar con el filosofo le ha enseñado a ser tranquila y rigurosa.
Casi al final del libro, Nativel le hace una pregunta muy pertinente en estos momentos al filósofo: ¿qué debo hacer?, ¿qué hacer en este mundo enloquecido? Marina le responde: “Ayudar a ampliar las posibilidades de los demás y colaborar en el adecentamiento del mundo”.
Eso es lo que esta haciendo desde hace años, y lo que hará aquí esta noche, Nativel: colaborar a que este convulso mundo sea un poco más decente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario