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3 nov 2012

Temas a debate: La calidad de la enseñanza

El arte y el saber

El nuevo curso escolar se ha iniciado algo convulso, hay más alumnos por clase, menos profesores por alumno, profesores que imparten materias que nada tienen que ver con su formación

La percepción de la marcha general del país es tan triste, es tan decepcionante, que muchos optan por vivir en la ignorancia

Más de un millón de niños en nuestro país se alimenta en los comedores sociales

Por Pilar Tejera Muela (*)


La incertidumbre diaria a la que vivimos sometidos hace que asuntos que en otros momentos resultarían tema de disección de cualquier tertuliano o columnista serio, pasen inadvertidos, por aquello de que bastante tenemos con la que nos está cayendo. Quién no tiene alguien cercano que ha perdido su empleo y cuyas posibilidades de encauzar un nuevo horizonte laboral se presentan improbables e inciertas.

Cada día nos desayunamos con los eufemísticos “ajustes”, que nos están llevando, poco a poco, y, casi sin darnos cuenta, a una época que, con sacrificio y esfuerzo, mis abuelos y mis padres habían conseguido mejorar. La percepción de la marcha general del país es tan triste, es tan decepcionante, que muchos optan por vivir en la ignorancia, alejados de la información, huyendo de la máxima ilustrada de que la formación y la educación proporcionan la felicidad.

Niños en comedores sociales

¿Quién puede sentirse feliz siendo consciente de la realidad que vivimos?, ¿quién puede sentirse feliz sabiendo que ya hay más de un millón de niños en nuestro país que se alimenta en los comedores sociales?

Hay muchos dramas humanos detrás de cada “ajuste”, detrás de cada recorte insolidario, detrás de cada azote al más débil, que lo hace ir cayendo hacia un abismo del que, no es por ser pesimista, pero difícilmente podrá salir. Vivimos resignados en el fatalismo de que la situación es tan mala, que no cabe más que aguantar, esperar a que amaine el temporal.

Parece que no tuviéramos derecho al pataleo, porque nos han lavado el cerebro diciéndonos que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que hemos comprado una casa para vivir, hemos comprado un coche para ir al trabajo, y, lo peor, quizás alguien ha cometido el gran e “inmerecido” abuso de ir una semana de vacaciones en verano, algo vetado a la clase obrera. Sin duda, ha sido un tren de vida lujoso y millonario...

Otra reforma educativa 

El nuevo curso escolar se ha iniciado algo convulso, hay más alumnos por clase, menos profesores por alumno, profesores que imparten materias que nada tienen que ver con su formación… por no hablar del recorte en becas o de ayudas de comedor.

Hemos iniciado un curso en el que, también nuestro querido Ministro de Educación, el señor Wert, ha sacado adelante en el Congreso la nueva Ley de Educación, la LOMCE.

Se trata de la enésima reforma educativa emprendida en nuestro país. Es una lástima que la educación se haya tomado como arma de batalla política legislatura tras legislatura. Sinceramente, no le damos tiempo suficiente a un sistema para saber si es o no eficaz, si es necesario retocarlo en determinados puntos para ser mejorado.

La solución Wert

Todo en la vida es siempre mejorable, la educación también, no hemos de olvidarlo, pero con cordura, con diálogo, con afán verdadero de mejorar, no de imponer, ni de mostrar a través de las leyes educativas que “lo que hicieron otros” no vale.

El señor Wert ha encontrado la solución. Se trata de dar más Matemáticas, más Lengua y más Inglés y eliminar la Educación para la Ciudadanía y menguar, aun más, las ya maltrechas disciplinas relacionadas con el mundo artístico, como la Educación Plástica o la Educación Musical.

Aumentar las horas de las materias “importantes” está bien. Con las aulas masificadas es seguro que el profesor de inglés, con alguna hora más a la semana, podrá conseguir que sus alumnos consigan un nivel de competencia lingüística magnífico. Si el señor Wert echase cuentas, sabría que, en una clase de 35 alumnos, cada uno de ellos tiene derecho, aproximadamente, a un minuto y medio de práctica oral para perfeccionar esta destreza comunicativa, sin duda, añadiéndole a este tiempo otro minuto y medio de otra hora suplementaria el resultado será “excelente”.

Las enseñanzas artísticas 

De igual modo, más horas de otras materias porque sí, no nos llevará a ningún tipo de mejora. Es necesario ir más allá, hay que llegar a los motivos reales de los abandonos, de cada uno de los fracasos escolares.

La educación es un asunto de personas, con rostros, con distintas sensibilidades, con diferentes casuísticas, con diferentes horizontes...

Aquí llegamos al asunto de las enseñanzas artísticas, de las que todo el mundo alaba sus bondades, pero que están siendo sometidas a un verdadero exterminio, una auténtica aniquilación.

Para los que vivimos la educación como una auténtica vocación, es descorazonador ver cómo nuestros gobernantes hacen y deshacen según sus idearios políticos, alejándose de aquello para lo que fueron elegidos, es decir, trabajar por el bien común, eso que ellos llaman el servicio al ciudadano.

Un ataque al arte 

Es cierto que este Gobierno nuestro nos prometió una reforma educativa de la cual sólo nos adelantó el cambio en la asignatura de Ciudadanía, sobre lo cual no haré ningún comentario, sino que me parece que en el siglo XXI es, por lo menos, algo insólito tratar de justificar depende qué argumentos.

Lo que no nos contaron es que esta reforma escondería un ataque absoluto al arte y, por ende, a las posibilidades de los futuros creadores artísticos, de los que luego, presumiremos orgullosos.

¿Necesita la educación una reforma? La educación no es una foto fija, debe ser el acompañamiento y el reflejo de la sociedad en la que vivimos, y, sin duda, hay que adaptarse a ella, pero intentando que quede fuera de la contienda política.

El exministro Gabilondo intentó un gran pacto por la Educación, pero las cercanas aspiraciones de los que ya se sabían próximos poseedores del poder nacional, entre otros, bloquearon ese pacto.

Deseo, de corazón, suerte a todos estos políticos que nos gobiernan en el país y la región, porque se han comprometido a hacer más con menos, cosa que creo que es matemáticamente imposible. Más control es posible, pero más sanidad con menos recursos, más educación con menos recursos… es una ecuación de las que carecen de solución.
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Entrevista recomendada

Recomiendo la entrevista realizada el 20 de Octubre en el programa A vivir de la Cadena Ser del médico y presidente de las Juventudes Musicales de España, Jordi Roch, en la que explica la posible relación de la música y de la ciencia en general con la música.

 
(*) María Pilar Tejera Muela es Profesora de Música en el IES “Azuer” de Manzanares (Ciudad Real). Es licenciada en Filología Francesa y diplomada en Música. 

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